Los DiR ofrecen una toalla a cada persona que entra al gimnasio, por lo que cada día utilizan, lavan y secan centenares y miles de ellas. Así, se dieron cuenta de que las toallas de algodón no eran nada prácticas: ocupaban mucho espacio y tardaban en secarse. Y buscaban una opción más sostenible y ahorradora.

Además de estar hechas con hilo rPET post-consumo, nuestras toallas ocupan un 70% menos de espacio y consumen mucha menos agua, jabón y energía al lavar y secar. Así, los gimnasios DiR cambiaron todas sus toallas de algodón por las nuestras de microfibra, en una serigrafía azul con su marca, remarcando todos estos ahorros.

Los cambios no son faciles. Primero, porque como empresa nunca sabes si va a salir rentable a largo plazo. Segundo, porque tampoco sabes como reaccionaran los clientes. Ahora, visto con perspectiva, aunque todos necesitaron un tiempo de adaptación, pueden decir que este cambio les ha supuesto un enorme ahorro tan económico como de consumo.